Sin abandonar sus múltiples asesorías y colaboraciones (Chivite, Bohórquez, Montebaco, César Príncipe...) que le han convertido en uno de los enólogos más activos de la viticultura española, César Muñoz viene impulsando desde el año 2005 su proyecto más personal, para el que ha buscado terruños únicos a las orillas del río Duero.

Los viñedos, de tempranillo –la gran especialidad de Muñoz– están plantados en pie franco, sobre suelos de grava, a 998 metros de altitud. Una joya vinícola cuyo singular carácter el enólogo preserva aplicando vinificaciones respetuosas con la tradición y poco intervencionistas.